¿Por qué debería hablar con alguien si siento deseos de suicidarme?

La gente que contempla el suicidio, especialmente las mujeres, frecuentemente atraviesan un momento en que se sienten solas, aisladas, deprimidas y desesperanzadas. No desean hablar con nadie, posiblemente porque piensan que, de todos modos, nadie podría ayudarlas. También es posible que se sientan demasiado avergonzadas o confusas como para hablar con alguien sobre lo que les está pasando.

Sin embargo, hablar con alguien y explicarle cómo te sientes te ayudará mucho. Puedes recurrir a una persona en la que confíes para hablar (de entre tus amigos, familia, vecinos o colegas) o puede que haya un trabajador sanitario o un líder religioso disponible en tu comunidad al que puedas solicitar ayuda. También puedes recurrir a otras mujeres que estén afrontando problemas similares a los tuyos, que deseen escucharte y compartir sus experiencias contigo.

Para algunas mujeres es más fácil hablar con alguien que no sabe nada ni de ellas ni de sus problemas (así se sienten menos avergonzadas y también sienten que obtendrán un consejo más neutral e imparcial). En muchos países y regiones, hay líneas de prevención del suicidio disponibles a las que puedes llamar, o chats a los que puedes acceder por Internet si prefieres hablar con alguien anónima y confidencialmente. No tienes que pagar nada por estos servicios y nin siquiera necesitas proporcionar tu nombre. Estas líneas no tienen tintes políticos o sectarios y las personas que trabajan ahí no buscan la manera de imponer sus propias creencias o convicciones en ti. Solamente están ahí para escucharte.

Hablar con alguien te ayudará no solamente a identificar y entender mejor los orígenes de tus problemas, sino también a encontrar las posibles soluciones.

Simplemente hablar con alguien que te importe, puede cambiarlo todo. Incluso el mero hecho de salir por ahí con un amigo o un familiar cuya compañía disfrutes, puede marcar la diferencia. Hablar sobre cómo te sientes y por qué te libera de una buena parte de la presión, y puede que eso sea todo lo que necesitas para recuperar tu equilibrio interno.